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martes, 2 de febrero de 2021

EL BREXIT Y LA NUEVA PREMIER

Después de una discusión de meses, un referéndum muy cerrado, así como la salida de dos Primeros Ministros, el 31 de enero de 2020, el Reino Unido firmó su salida de la Unión Europea (UE) y, con esto, también la del Espacio Económico Europeo (EEE). ¿Y luego? Pues a menos de que omitamos que recientemente hubo una final inglesa de Champions League, no podemos dejar de lado que la salida del Reino Unido de la UE afectará las competiciones y el trato de los jugadores fuera de sus países de origen.

Antes de 1996, en todos los equipos de la ya UE y del EEE, existía la limitación para jugadores extranjeros, entendidos como todos aquellos que no fueran nacionales del país de la liga en cuestión. La regla venía desde la UEFA y era conocida como la “3+2”, permitiendo en un partido que solo se alinearan 3 extranjeros del país de la liga más 2 jugadores asimilados. Esta última clasificación abarcaba a aquellos futbolistas no nacionales que llevaban jugando 5 años en esa liga de manera ininterrumpida, incluyendo 3 años en categorías juniors. Esta limitación incluso volvía a jugadores galeses, escoceses o norirlandeses extranjeros en Inglaterra, como en el 4-0 del Barcelona al Manchester United en 1994, donde 4 de los 5 extranjeros alineados por los “Red Devils” eran de Reino Unido, pero no ingleses.

Entonces, ¿cómo nacen los términos jugadores comunitarios y extracomunitarios? Todo fue gracias a Jean-Marc Bosman, quien cambió el juego desde los tribunales. México mágico no era el único país en donde existía el “Pacto de Caballeros”, de hecho, este es más viejo que el fútbol en México y hasta hace no mucho, era la constante en casi todas las ligas europeas. El RFC Liege exigió al US Dunkirk una compensación por la transferencia temporal de Bosman, aunque él ya no tenía contrato. La transferencia no se dio por culpa del RFC Liege y Bosman demandó. La que parecería una transferencia más, llegó hasta el hoy Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y por poco termina con el sistema de transferencias. 

Bosman exigió la declaración de que tanto el cobro de transferencias, después de vencer el contrato, como las cláusulas de extranjeros violaban la libre movilidad de los trabajadores en la UE. El Tribunal le dio la razón y señaló que las cláusulas de extranjeros no podían ser aplicadas para los jugadores que fueran nacionales de un país miembro de la UE. Nacen entonces los jugadores comunitarios y no comunitarios, o, para decirlo de otra forma, “porque el Inter-Milán de la semana pasada solo tenía 3 jugadores italianos en cancha y todos, o casi todos, contaban como nacionales”.  

¿Y? Pues el Reino Unido ya no es parte de la UE, ni del EEE (su tratado tenía un artículo de libre movilidad de los trabajadores similar al entonces artículo 48 del Tratado de Roma, de donde se deriva la decisión de Bosman). Los jugadores del Reino Unido ya no son parte de la UE y, por tanto, son “extracomunitarios”. Al mismo tiempo, los jugadores de países de la UE son extranjeros en el Reino Unido. Como bien dice el título, hablaremos de la nueva Premier nacionalizada.

Si alguna vez se acuerdan del “posible fichaje” de Memo Ochoa por el Liverpool, seguro también recuerdan haber escuchado del sistema de puntos para poder ser fichado. Tal vez algunos pensaban que era una mamonería de la FA, incluyéndome, pero no, el sistema de puntos viene desde la Home Office de Inglaterra, el órgano encargado de la inmigración en ese país. El sistema basado en puntos existe desde 2008, pero las limitaciones a jugadores extranjeros ya habían sido establecidas desde 1999 con criterios similares. Todo esto, con el fin de que solo lleguen los deportistas y entrenadores de élite en su máximo nivel que contribuyan de manera significativa al deporte inglés (God Save the Queen suena en el fondo).

Como en todo el mundo, las visas son de diferente tipo, y para los trabajadores existe la muy específica visa para “trabajadores habilidosos”, como los deportistas: pa’ pronto, el sistema es algo complejo. La asociación deportiva autorizada como el órgano de gobierno del deporte de que se trata debe emitir una “aprobación de órgano de gobierno” (GBE en inglés), para que el club emita un “certificado de patrocinio” al jugador que solicita su visa de trabajo. ¡Los abogados de inmigración ingleses deben ganar mucho dinero solo por entender esto! Lo peor de todo es que no solo es de la FA, sino que es de todas las asociaciones deportivas, incluyendo el rugby, ciclismo, equitación y badminton (sí, el del “gallito”, y no es tan fácil como parece).

Pues bueno, este sistema que antes no era aplicable para deportistas de la UE ni del EEE, ahora sí les aplica; como a los mexicanos, argentinos, ghaneses y burkineses. Explicar todo el sistema de puntos es largo, aburrido y complejo, así que solamente diré que tiene que ver con partidos jugados en selecciones, minutos y partidos en su club, liga en la que se desempeña, posición de la tabla de su equipo y su participación en competiciones continentales, hasta juntar 15 puntos. Dos ejemplos funcionarán para ilustrar este sistema:

  Cristiano Ronaldo decide regresar al Manchester United (ojalá). Parece haber jugado 14 de 16 juegos en competiciones oficiales con Portugal, lo que da un 87.5% de apariciones internacionales de acuerdo con todas las definiciones. Al ser Portugal una selección en el top 10 del Ranking FIFA, 87.5% de apariciones internacionales son suficientes para obtener el GBE. Cristiano Ronaldo cumple y puede ser contratado por cualquier equipo inglés.

3.   Christoffer Nyman fue el máximo goleador de la Allvenskan en la temporada 2019/2020, la primera división sueca. Su liga es “Band 6”, incluso teniendo todos los minutos jugados, solo obtiene 2 puntos. No ganó ningún título. Su equipo no alcanzó ni siquiera la ronda clasificatoria de Europa League en esta temporada, por lo que tampoco obtiene puntos continentales; aunado a lo anterior, Nyman no ha sido convocado por la selección sueca desde 2017. Solamente se le entregarán los puntos de calidad de su liga, que por ser “Band 6”, son 2. Su total de puntos es 4, muy lejos de los 15 que pide la FA para expedir el GBE. De no existir el Brexit, este jugador sí podría jugar en Inglaterra como un comunitario.

Para los juveniles existe un sistema doble de puntuación, en el que además de evaluarse a partir de los criterios de los mayores de 21, se contabilizan una serie de puntos a partir de su participación en algunos torneos juveniles o una participación menor en torneos de mayores. La ventaja es que mientras los jugadores con más de 21 años necesariamente deben cumplir con los quince puntos, los juveniles pueden cumplir con una puntuación de 10 a 14 puntos en categorías mayores y una de 15 o más de categoría juvenil y su caso ser sujeto a revisión para la obtención del GBE.

¿Entonces todos los jugadores que estaban antes de que surtiera efectos el Brexit tendrán que solicitar su visa de trabajo y pasar por esto? No, pues todos los jugadores que estuvieron en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020 a las 11:00 pm del tiempo local, pueden solicitar un permiso de inmigración que les autoriza su estancia y les confiere el estatus de “establecido” o “pre-establecido”, dependiendo del tiempo que han vivido en el Reino Unido.

Ante esto, solo queda decir que la Premier League no tiene una limitación de extranjeros en sus equipos ni en sus alineaciones. Siempre y cuando el jugador cumpla con los requisitos que se señalan aquí, y obtenga su visa de trabajo para deportista, el equipo es libre de alinearlo.




                      Escrito por Enrique Macedo





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