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martes, 2 de marzo de 2021

LA SÚPER LIGA CHINA: EL DINERO NO LO ES TODO

En diciembre de 2016, el futbolista brasileño Oscar, en ese entonces de 25 años, fue vendido por el Chelsea de Inglaterra por una cantidad estimada en los 60 millones de euros. A simple vista, y por la cantidad pagada, uno supondría que lo habría fichado el Real Madrid, el Manchester City o el Bayern Múnich. Sin embargo, el equipo que fichó a Oscar resultó ser el Shanghái SIPG FC de la Súper Liga China. Un futbolista de su edad, seleccionado brasileño, jugando en una de las mejores ligas del mundo, reconoció que la oferta hecha por el Shanghái era difícil de resistir; le pagarían, según algunos reportes, 400 mil dólares semanales, es decir, poco más de 20 millones de dólares al año. Algo similar sucedió con otros 2 futbolista brasileños: Hulk, quien salió del Zenit de San Petersburgo por poco más 50 millones de euros y llegó al mismo equipo que Oscar en ese mismo año; y Paulinho, quien llegó al Guangzhou Evergrande procedente del Tottenham Hotspur. ¿De dónde salió tanto dinero y en qué momento el fútbol chino se convirtió en una potencia de tal calibre en el mercado de fichajes? 

La Súper Liga China (SLC) fue fundada en 2004, como un proyecto nuevo que pretendía dar solidez institucional y financiera al, hasta ese entonces, muy pobre fútbol chino. Sin embargo, fue hasta 2011, tras superar escándalos de corrupción y amaño de partidos, que la liga alcanzó esa meta. Desde ese año, los equipos, todos controlados por empresas multimillonarias chinas, decidieron apostar financieramente por sus escuadras, con la llegada de futbolistas como Darío Conca, Nicolás Anelka, Didier Drogba, Frédéric Kanouté, Seydou Keita y Lucas Barrios. Fueron contrataciones al estilo de la MLS, ya que eran futbolistas en el ocaso de sus carreras cuya calidad elevaría el nivel de la liga, además de atraer aficionados y patrocinadores. Estas llegadas fueron complementadas con las incorporaciones de directores técnicos de la talla de Marcelo Lippi, Fabio Capello, Sergio “Checho” Batista, Mano Menezes, André Villas-Boas, entre otros. Al poco tiempo, Marcelo Lippi barrió la liga con el Guangzhou Evergrande, convirtiéndolo en el primer equipo chino en ganar la Copa de Campeones de Asia. El dominio de Lippi llegó a tal grado que se convirtió en tetracampeón de la liga. La SLC siguió creciendo y atrayendo talento con las incorporaciones de Ramires, Freddy Guarín y Jackson Martínez, los tres a buena edad en cuanto a lo futbolístico se refiere.

Fue a partir de 2016 que a los fichajes de Oscar, Hulk y Paulinho se les unieron Carlos Tévez, Ricardo Carvahlo, Alexandre Pato y John Obi Mikel, una mezcla de juventud y experiencia que diversificó el talento en los equipos de la liga. La calidad de estos futbolistas llamó la atención de los medios internacionales, además de las cifras desembolsadas para traerlos.

Los equipos chinos, sin embargo, no pueden firmar a todo extranjero que se les ponga en frente. Desde su inauguración, la SLC tiene como regla un límite de jugadores extranjeros en cada plantilla, que al día de hoy es de cinco futbolistas. Solamente pueden alinearse como titulares un máximo de cuatro y ningún portero puede ser extranjero. En ese sentido, los jugadores de los territorios tradicionales chinos (Hong Kong, Macao y Taiwán) reciben un trato diferenciado y pueden ser contemplados en los equipos además de los futbolistas extranjeros. Con el crecimiento exponencial de la liga, algunos jugadores menos conocidos, sobre todo de origen brasileño, han sido naturalizados ciudadanos chinos. Esto ha revolucionado culturalmente al país, ya que la presencia de extranjeros naturalizados era algo prácticamente inaudito. Para ponerlo en perspectiva, en el año 2017, poco más de mil extranjeros se encontraban como residentes legales en el país. Futbolistas como Elkeson (en mandarín, Ai Keson), Aloiso (en mandarín, Luo Guofu) y Fernando Henrique (en mandarín, Fei Nanduo) no solo cuentan como jugadores chinos, sino que ya han sido convocados a la Selección Nacional China. Elkeson, por ejemplo, es el máximo goleador histórico de la liga. Está también el caso de Ricardo Goulart (en mandarín, Gao Late), quien ya jugó para la canarinha y se encuentra a la espera de conocer si podrá representar a China en las eliminatorias rumbo a Qatar. 

Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas para la SLC y sus multimillonarias adquisiciones. Son contados los futbolistas que verdaderamente han rendido y dejado su marca en la liga, siendo que la mayoría de ellos lo han tomado como un negocio y han permanecido poco tiempo. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Carlos Tévez, quien públicamente ha reconocido que fue a China por dinero y se lo tomó como unas “vacaciones”. Han sido los futbolistas de relativo bajo perfil, salvo honrosas excepciones, quienes verdaderamente han rendido y demostrado el compromiso de jugar en el futbol chino. El salario promedio de la liga, tomando el año 2017 como referencia, se encuentra en poco más de un millón de dólares anuales. El crecimiento financiero de la liga no ha traído resultados extraordinarios en el plano internacional, ya que solamente dos equipos chinos han logrado ganar la Copa de Campeones de Asia, la cual sigue siendo dominada por los equipos coreanos, y la Selección China de futbol no ha calificado a los últimos mundiales, enfrentando una dura competencia por parte de Corea del Sur, Japón y Australia. Las incorporaciones de algunos de los futbolistas más importantes en la historia de la SLC apuntan hacia un esfuerzo por calificar al próximo mundial, sin embargo, la misión sigue apareciendo cuesta arriba.

A todo esto, a este año se le agregan todos los estragos generados por la crisis económica y sanitaria mundial, lo cual complica aún más la continuación de fichajes de superestrellas internacionales, los cuales realmente no han continuado desde hace por lo menos 3 años. La última negociación de élite fue la cuasi-contratación de Gareth Bale, quien tenía una oferta del Jiangsu Suning, cuyo dueño también controla al Inter de Milán, por un millón de dólares semanales. Este último equipo fue disuelto en la última semana por problemas financieros, hecho que podría ser un síntoma de las dificultades de una enfermedad más grave de la, hasta hoy, SÚPER Liga China.

 

 

 

            Escrito por Fernando Alcázar

 

 

 

 

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