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martes, 30 de marzo de 2021

EL SURGIMIENTO DE UNA RIVALIDAD: REAL MADRID VS BAYERN MÜNCHEN

Corría el año de 1976, y en España no solo se respiraban los nuevos aires democráticos después de la dictadura de Francisco Franco (1936-1975), sino que también se respiraba una ansiedad tremenda para que algún equipo español volviera a disputar una final de la Liga de Campeones. En concreto, la afición del Real Madrid clamaba por levantar el trofeo continental y volverse a proclamar como el rey de Europa.

Así es, en la temporada 1976 se cumpliría una década de la última vez que el equipo merengue levantó la Copa de Europa. Ante ello, el equipo de Miljan Miljanić enfocó todas sus baterías para apostar por la justa continental, por lo cual, motivó a sus pupilos a que dieran hasta su último aliento para darle una alegría más a la afición madrileña. De tal forma que, desde la portería resguardada por Miguel Ángel, hasta la defensa comandada por Benito y Camacho, pasando por el hábil Velázquez y el sobrio Vicente del Bosque en la media cancha, y rematando en la delantera con Amancio y el mortífero Santillana, sabían que la Liga de Campeones era el objetivo principal.

Por ello, los merengues aplastaron a un modesto equipo rumano en los dieciseisavos de final, pues les clavaron la nada modesta cuota de 4 goles en casa. Así, eliminando al Dinamo de Bucarest, el Real Madrid también superó a la revelación inglesa que fue el equipo del Derby County con un global cerrado de 6-5 a favor del equipo español, un marcador que reflejó la dificultad de la eliminatoria, pues el Real Madrid tuvo que superar los 4 goles en contra que les marcaron los ingleses en su campo. De tal manera que, para los cuartos de final, el choque estridente entre el equipo madrileño y el Borussia Mönchengladbach levantó más de una ceja de preocupación para los aficionados de ambos clubes, y fue más que justificado, ya que, con un global empatado a 3 goles, el cuadro alemán quedó eliminado por los goles de visitante que marcó el conjunto blanco.

Ante tal panorama, el Real Madrid llegaba a las instancias de las semifinales más por motivación al jugar en la cancha que por su brillante juego. Y para su suerte, le tocaría enfrentarse al poderoso equipo bávaro que no solo era el vigente campeón de Europa, sino que lo era también de las últimas 2 ediciones, y sobre todo, porque tenía un equipo de ensueño que era la base de la selección germana. En efecto, el conjunto del Bayern München contaba entre sus filas con Beckenbauer, Rummenigge, Uli Hoeness, Sepp Maier, Schwarzenbeck y con su estrella Gerd Müller, todos ellos le daban al equipo alemán no solo una contundencia envidiable, sino que también mostraban un estilo de juego avasallador.

Este escenario sería una epopeya digna de narrar en el tono en que lo hacen las tragedias griegas, puesto que, se enfrentarían 2 colosos en la arena por saber quién era el rey de esta competición. Por un lado, el Real Madrid presumía ser el amo de esta competición con 6 títulos en sus vitrinas, y en la otra esquina, estaba el pujante Bayern München con 2 títulos en sus espaldas y con el tercero en camino si lograba superar al cuadro blanco e imponerse en la final. La pelea sería entre el veterano campeón ante el talentoso novato que quería arrebatarle la corona, un escenario que sería la competencia entre ellos 2.

Sería testigo el estadio Santiago Bernabéu de tan esperada batalla, un estadio que vería como a los 7 minutos de jugado el partido de ida, el delantero argentino Roberto Martínez marcaría el primer tanto a favor de los blancos. Con ese gol tempranero, el equipo madrileño ganó la confianza suficiente para seguir con sus embates sobre la portería teutona, lo cual, estuvo a punto de rendir frutos, pues de las botas del mismo Martínez casi se logra conseguir el segundo tanto. Sin embargo, el buen juego exhibido por los merengues recibió un balde de agua fría, cuando minutos antes de finalizar el primer tiempo, el delantero estrella alemán Gerd Müller marcó el gol del empate.

Ya en la segunda parte, los 2 equipos salieron a demostrar más el fuste físico que la exhibición de magia. Con un juego entrecortado por las constantes faltas, y con entradas certeras que iban subiendo de tono, esto se convertiría en el preludio de lo que sucedería minutos después. Sí, el inicio de la fatalidad corrió a cargo del portero teutón que, en un corte de balón, con el codo impactó el rostro del delantero Martínez, lo que le provocó a este último una fractura de nariz que lo obligó a abandonar el terreno de juego. Más aún, las constantes faltas e interrupciones del juego eran pasadas por alto por el árbitro Erich Linemayr, quien minutos después de la lesión de Martínez, no marcó un penal sobre el delantero merengue Santillana, lo que causó la ira de no solo los jugadores blancos, sino también de la ansiosa afición del Madrid.

Así, cuando se escuchó el silbatazo final del encuentro, como si se tratara de una trifulca, la afición saltó al terreno de juego para demostrar su descontento por el mal sabor de boca que les dejó el empate, e intentar acercarse al árbitro para mostrarle su enfado. Sin embargo, un seguidor se aproximó al árbitro no solo para decirle unas cuentas dulzuras, sino que en un momento de rabia le soltó un tremendo puñetazo al silbante, quien cayó al suelo de inmediato. El portero alemán sometió a este agresor y lo entregó a los oficiales de policía, quienes habían ingresado al campo para garantizar la seguridad. No obstante que se lo llevaron arrestado, apenas cruzaron la puerta de salida del estadio, lo liberaron en una clara acción por dejar impune a esta persona que se ganaría el mote de “El Loco del Bernabéu”.

En este escenario, los teutones salieron corriendo de la cancha madrileña y los merengues estupefactos sabían que pagarían con creces las acciones desatadas por su afición, pues no solo verían a su estadio vetado para la siguiente temporada de la Liga de Campeones, sino que en el partido de vuelta, serían testigos fieles de como los alemanes los echarían de semifinales y ejercerían sobre los blancos, una hegemonía que duraría décadas… Así, el “El Loco del Bernabéu” sería la punta del iceberg que dio inicio a tremenda rivalidad europea, la cual persiste hasta nuestros días. 

 

 

 

 

        Escrito por Alejandro Olvera

 

 


viernes, 12 de marzo de 2021

¿EN PEQUEÑOS TROZOS O EN GRANDES REBANADAS? EL REPARTO EQUITATIVO DE LOS DERECHOS TELEVISIVOS EN LAS MEJORES LIGAS DEL FÚTBOL INTERNACIONAL

Recientemente se ha comenzado a usar el bisturí para poder conocer mejor el interior de los equipos de fútbol, principalmente su gestión tanto deportiva como financiera. Es por eso que las reglas que rigen el factor cancha y extra-cancha suelen tenerse más presentes entre el gran público, los medios de comunicación y los protagonistas. Una de ellas es el reparto equitativo de derechos televisivos, la cual consiste en una medida deportiva y financiera que pretende el mayor equilibrio posible entre los equipos participantes de una liga nacional; es decir, que todos los actores tengan acceso a los mismos recursos para que puedan competir deportivamente con la mayor paridad entre ellos. Para conseguir su cometido, este tipo de regulaciones establece una distribución proporcional del ingreso para cada club, obtenido con el total de los partidos disputados de una liga en específico. El reparto equitativo de derechos televisivos (o de transmisión) rige en un gran número de torneos de fútbol en el mundo, pero su observación más inmediata la podemos encontrar en el Top 5 de ligas del Viejo Continente (la Barclays Premier League de Inglaterra, la Serie A de Italia, la Bundesliga de Alemania, la Ligue 1 de Francia, así como la Liga Santander de España). La razón de ser de esta pauta reside en el momento en que los equipos de fútbol comienzan a percibir sumas importantes de dinero, es entonces cuando los directores deportivos deciden firmar contratos con las grandes televisoras; pero, para evitar que los conjuntos de mayor convocatoria inclinaran la balanza de su lado, el convenio de transmisión tiene que contemplar a todos los clubes que compiten en el máximo circuito futbolero. El ejemplo más conocido es el de la Premier League, competición que nació a principios de los 90’s, precisamente para negociar de forma colectiva la venta de los derechos del fútbol inglés; sin embargo, el manejo de la venta de derechos en conjunto en la Ligue 1 y la Bundesliga ya se había efectuado en la década de los 80’s.

El reparto equitativo de derechos televisivos pareciera atender exclusivamente al aspecto deportivo, ya que tiene como finalidad primordial dotar de las mismas armas a todos los contendientes en una competición futbolera, pero no se agota solamente en esto; la regulación busca generar más competencia para provocar mayor expectación y emoción en los torneos que jornada tras jornada se disputan en Europa. Este cúmulo de emociones que provoca la pugna por el campeonato se traduce en grandes audiencias y, por lo tanto, en ganancias; es por eso que la Premier League es, por mucho, la liga que genera mayores ingresos (2,785 millones de euros) de todo el mundo. Quizá, sin tomar en cuenta la excepción de la Liga que posee a dos de los equipos más mediáticos del fútbol internacional, podemos afirmar que la incertidumbre y el azar se convierten en condimentos más apetecibles para los comensales de este deporte.

Ahora bien, el modelo inglés es el que se presenta como el más atractivo debido a su evidente éxito deportivo y financiero. Pero ¿a qué se debe? Principalmente a las grandes cantidades de capital de que disponen los equipos británicos para invertir en la calidad de sus jugadores, técnicos y directores deportivos; para eso, el modelo de repartición se gestiona bajo el modo centralizado, esto quiere decir que todos los partidos que se transmiten y se retransmiten se venden de manera colectiva a los grandes canales y medios de comunicación. En este sentido, el sistema de repartición de derechos televisivos de la Barclays Premier League tiene un papel central, ya que privilegia el reparto de dinero de forma igualitaria para fomentar la competencia dentro de los 20 equipos ingleses. La distribución de ingresos se compone de 3 grandes rubros: las transmisiones nacionales e internacionales, las cuales representan el 50% del dinero que se reparte equitativamente entre todos los equipos participantes; las retransmisiones, que constituyen el 25% del monto total de dinero obtenido; y el desempeño deportivo, que representa el otro 25%.

Según datos de la propia liga respecto a la temporada 2018-2019, el monto total generado por los equipos de la Premier League asciende a 2,785 millones de euros. El club que más dinero obtuvo fue el FC Liverpool, conjunto que terminó 2 en la clasificación, mientras que el que menos percibió fue el Huddersfield Town, quien concluyó la competición en el puesto 20. La razón principal de que los Reds hayan tenido más ingresos, incluso por encima del primer puesto de la clasificación deportiva, reside en que es el equipo del Reino Unido con el mayor número de transmisiones audiovisuales. A pesar de esta circunstancia, la diferencia entre el primer y el último lugar, en cuanto a mayor percepción de ingresos, es de 1.5784; es decir, el presupuesto del Liverpool representa 1.5784 veces el presupuesto del Huddersfield Town en términos de ganancias por visualización digital de sus encuentros. Estos datos nos muestran la estructura de la liga inglesa, la cual se sustenta en el alto rendimiento deportivo y en la paridad de recursos para fomentar una competencia de calidad que genere mayor atención y espectáculo; prueba de eso es la variedad de equipos que han sido campeones en los últimos 10 años, teniendo a 5 clubes como los protagonistas de la década: Manchester City (4), Manchester United (2), Chelsea (2), Leicester City (1) y Liverpool (1).

En el caso español, podemos encontrar un modelo que divide sus ingresos netos audiovisuales en: 90% de los mismos destinados a la Liga Santander (Primera División) y un 10% dirigido a la Liga SmartBank (Segunda División). La repartición de ingresos, entre las ligas y entre los equipos que participan en ellas, está contenida en el Real Decreto-ley 15/2015 de 30 abril. Para la máxima competición española, la distribución de los derechos televisivos está compuesta de un 50% de ingresos repartidos en partes iguales, un 25% atendiendo al desempeño deportivo y un 25% dependiendo del grado de implantación social. Respecto a la liga de ascenso, los porcentajes se dividen en un 70% de ingresos distribuidos en forma igualitaria, un 15% atribuido a la posición en la tabla y el 15% restante se entrega gracias a la implantación social. En ambos casos, los méritos futbolísticos se valoran tomando en cuenta los lugares que obtuvieron los clubes en las últimas 5 temporadas en sus respectivas divisiones. La implantación social se calcula con el número de ingresos por abonos y taquillas generados por cada equipo, así como con las cantidades aportadas por los clubes españoles para generar valor a los derechos audiovisuales de transmisión deportiva.

Antes del decreto de 2015, los equipos ibéricos se manejaban bajo el modelo individualizado de venta de derechos colectivos, lo cual provocó que durante mucho tiempo el Real Madrid y el Barcelona fueran los clubes con mayores ingresos en este rubro. Paradójicamente, una situación parecida ocurre en la actualidad, pero ahora los demás equipos españoles obtienen mayores ingresos que en décadas anteriores, ya que el modelo centralizado les permite ganar un monto equitativo como club participante de la Primera o Segunda División española. La razón de la concentración en la actualidad se debe a la sobreexposición mediática que tanto el Madrid como el Barca han tenido en los últimos 15 años, sin embargo, otros equipos como Sevilla, Atlético de Madrid y el Valencia han ganado relevancia en el plano europeo. El monto total de euros obtenidos por La Liga en el periodo 2019/2020 fue de 1,417.6 millones, un poco más de la mitad obtenida en la temporada anterior en la Barclays Premier League. En cuanto a la diferencia de presupuestos entre los clubes, existe un margen de 3.7844 veces entre el primer y el último equipo en términos de ingresos. A pesar de una mejor situación financiera en los conjuntos españoles, los campeonatos siguen repartiéndose entre los mismos de siempre; de 10 torneos posibles, Barcelona ganó 6, Real Madrid 3 y el Atlético de Madrid 1.

La Liga Alemana de Fútbol (DFL), desde la década de los 80´s, mantiene un sistema centralizado de venta de derechos televisivos. El reparto de ingresos cambió en el 2016, cuando dejaron de proporcionarse cuotas fijas a todos los equipos por participar en las máximas competencias del fútbol alemán. Posterior a aquel año, la partición de las ganancias se dividió, tanto en Primera como en Segunda División, en: 70% atendiendo al rendimiento deportivo de los clubes, con consideración de las 5 temporadas más recientes; 5% a los cuadros germánicos que hayan jugado en la Bundesliga 1 y 2 los últimos 20 años; 2% a aquellos equipos que hayan invertido en la formación de talento juvenil; y un 23%, con criterios muy similares a los del primer rubro. El año pasado, la Liga Alemana decidió modificar los criterios, los cuales rigen tanto para Bundesliga 1 y 2, con el fin de ayudar a los clubes por la crisis sanitaria del Covid-19, al retomar las cuotas fijas equitativas para todos los participantes de ambas divisiones. El nuevo sistema prevé un modelo de transición que abarca la presente temporada en el que se establece un esquema básico: 65% de participación equitativa a los equipos y un 35% con base en los resultados finales de las últimas 5 posiciones en la tabla. Posterior a este sistema, la DFL contempla ajustar la repartición de ingresos, para los años 2021-2025, en una estructura más compleja que administrará el 53% de las ganancias de derechos audiovisuales domésticos, las cuales se repartirán de forma equitativa entre los 18 equipos de Primera y Segunda División, el 42% se distribuirá en función del rendimiento obtenido en las últimas 5 temporadas, el 2% se gestionará entre aquellos cuadros que hayan promocionado con mayor éxito al fútbol alemán en sus redes sociales y, finalmente, un 3% se destinará a las instituciones deportivas que apuesten por el desarrollo de jóvenes menores de 23 años.

En términos de ganancias brutas, la Liga Alemana de Fútbol ingresó a sus arcas, la temporada pasada, unos 1,160 millones de euros; en términos de paridad financiera entre los clubes teutones, el presupuesto de derechos televisivos asignados al primer lugar equivale 2.2704 veces el presupuesto del último lugar de la Bundesliga. A pesar de tener mayor equilibrio en cuanto a diferencia de ingresos, en la última década solamente el Bayern Múnich y el Borussia Dortmund han logrado alcanzar el máximo galardón de la Bundesliga, el primero ganando 8 de 10 títulos posibles y el segundo obteniendo los 2 restantes.

La Serie A es otro sistema que tiene sus rasgos propios, comenzando a transmitir los juegos de los equipos italianos desde la década de los 50´s gracias a televisión pública estatal. Es en los 90’s cuando los derechos pasan a negociarse con plataformas de pago y su regulación duró hasta la temporada 2010/2011. Durante ese periodo, los clubes obtenían sus ingresos conforme a un modelo individualizado, por lo que cada uno de ellos vendía sus propios derechos de transmisión. Posterior a dicha temporada, el modelo italiano pasó a ser uno centralizado que distribuyó los ingresos en: un 40% en cuotas fijas repartidas entre todos los equipos participantes de la Serie A, un 15% destinado al rendimiento deportivo de las últimas 5 temporadas, un 10% atribuido a la historia de cada cuadro, un 5% a los resultados finales de la última competición italiana y, un 30% atendiendo al número de aficionados, audiencia y número de habitantes de la ciudad del club. Sin embargo, ante la hegemonía de la Juventus en el Calcio durante la década pasada, la Serie A decidió, en la campaña 2017/2018, modificar los porcentajes de su modelo para equilibrar la competencia deportiva en el fútbol italiano, el cual tiene ahora una división de un 50% en cuotas fijas repartidas equitativamente, el rendimiento deportivo de las últimas 5 temporadas contempla un 10%, los resultados del torneo más reciente distribuye el 15%, la historia de los clubes italianos un 5% y el número de aficionados, audiencia y número de habitantes pasa a tener un 20%. La liga italiana tuvo ingresos televisivos cercanos a los 1,050 millones de euros en la temporada 2017/2018; en cuanto al equilibrio financiero entre los clubes, la diferencia entre el presupuesto de quien genera mayores ingresos y el presupuesto del último es de 4.44 veces. Esta última cifra se ve reflejada en el campo de juego, ya que la Juventus ha ganado los 9 títulos más recientes de la década, siendo el Milán el otro equipo que también ganó el Scudetto.

Finalmente, el ejemplo francés tiene un modelo de derechos televisivos centralizado que opera desde la década de los 80’s, cuando la empresa Canal + adquirió la mayoría de los partidos de la competición gala. En años recientes, Mediapro comenzó a tener presencia en el manejo y la transmisión de los partidos de la Ligue 1, al punto que llegó a tener hasta el año pasado el 80% de los derechos audiovisuales. El reparto de los ingresos por partidos televisados se compone de un 47% de cuota establecida que corresponde a cada equipo de la máxima competición francesa, un 23% que se distribuye de acuerdo a la posición de la tabla de la temporada más reciente, un 5% que se otorga por el rendimiento deportivo de las últimas 5 campañas y un 25% que se concede a los clubes que tengan mayor notoriedad (retransmisión de partidos y fama) en el ámbito local e internacional. En cuanto a ganancias generadas por la Ligue 1, se estima que obtuvo cerca 830 millones de euros en la temporada 2017/2018, siendo la cifra más baja en el contexto de las 5 grandes ligas del fútbol mundial. Respecto a la paridad financiera entre los conjuntos galos, la diferencia entre el 1 y el 20 es de 3.6111 el presupuesto por derechos televisivos de este último. En la repartición de títulos, 4 equipos ganaron los campeonatos de la década pasada: París Saint-Germain (7), Mónaco (1), Montpellier (1) y Lille (1).

Cualquier modelo de los que comentamos puede servir de inspiración a cualquier otra liga del orbe que quiera manejar con mayor equidad la participación de sus propios equipos. No debería de perderse de vista que el dinero es un insumo, de los más importantes, en este deporte, pero no debería ser el único que se busque procurar. La competencia justa es un principio que enriquece a casi todos los ámbitos en los que puede aplicarse, y el fútbol no es una excepción que escape del mismo. Los modelos europeos intentan, con sus virtudes y con sus yerros, alcanzar un estado de crecimiento que beneficie a sus clubes y a sus aficiones. Existe una especie de correlación, quizá tomando como única excepción a la Bundesliga, entre la igualdad financiera y la igualdad deportiva. En un polo tenemos el índice menos desigual (1.5784) de las 5 grandes ligas localizado en la Premier League, competición donde 5 clubes han podido coronarse; en el otro polo, tenemos el índice más desigual (4.44) en la Serie A, donde la Juventus tiene la hegemonía más prolongada dentro de las mejores competiciones del balompié mundial. Por supuesto que el aspecto financiero parece hoy en día imprescindible a la manera como concebimos al fútbol, y en algún punto parece impensado imaginarnos otro escenario; sin embargo, el deporte tiene que tener materia sobre la cual dar frutos, materia con la cual embellecer y enaltecer la actividad y el esfuerzo humano. Deseamos que los tiempos de cambio que vivimos lleguen también al fútbol y logren que la concentración conseguida en estos años fluya, quizá todavía exista una posibilidad de conocer y experimentar otros cauces más hermosos para nuestro querido y amado deporte. 

 

 

 

 

    Escrito por Carlos Ríos

 

 


miércoles, 10 de marzo de 2021

PISO PAREJO EN LAS CANCHAS: HACIA UNA LIGA ATRACTIVA

En estos días ha circulado que los últimos equipos en la tabla porcentual, de la Primera División de nuestro país, se han organizado para no pagar la multa que les correspondería en lugar del descenso a la Liga de Expansión. Entre ellos está el Atlas, equipo acompañado de polémica por buscar más puntos en los escritorios que en el campo y cuyas únicas victorias han sido contra algunos de los peores clubes del torneo. ¿Qué ocasiona esta falta de los equipos por competir? Para muchos, la desaparición del descenso es uno de los principales problemas de la liga. Consideran algunos que esta situación es la que ha hecho mediocre a nuestro fútbol. Otros temas que creen que lo hacen poco competitivo es el repechaje en liguilla, así como relajar los límites respecto a los jugadores extranjeros. Puede ser que tengan razón, aunque quizás la situación financiera de los equipos abone a esto.

Poco se ha hablado del control financiero de los equipos del fútbol mexicano. Existe una gran disparidad entre los valores de los clubes, de alrededor de 65 millones de dólares entre la plantilla más cara y la más barata, según los estimados de Transfermarkt. Además de esto, no hay que olvidar que en los últimos 5 años, dos equipos (Jaguares y Veracruz) ya desaparecieron por temas de adeudos con sus jugadores y uno fue vendido porque no podía pagar la multa del descenso. ¿Se nota esta disparidad en el campo?

En algunos otros deportes se logran observar distintos campeones en más o menos una década. Del 2010 al 2021 hubo 9 campeones diferentes del Super Bowl. En la MLB, 8 campeones diferentes. En la Liga MX se debe tomar en cuenta que se celebran dos torneos por año, lo cual da 2 posibilidades de ganar un título cada 12 meses. De 21 títulos, 5 equipos ganaron 16 de esos títulos, mientras que los 5 restantes fueron para otros 5 equipos. Esto quiere decir que hay 5 clubes que tienen grandes posibilidades de ser campeones, siendo extraordinario que gane otro conjunto. Estas 5 instituciones deportivas son manejadas por Televisa, Cemex, Femsa, Grupo Orlegi y Grupo Pachuca.

Con mayor claridad, son 7 los dueños de los 9 clubes más caros de la liga. Además de los ya señalados, se suman Cruz Azul, equipo de la Cooperativa La Cruz Azul y el Guadalajara, del Grupo Omnilife. No vamos a negar que detrás de otros equipos de fútbol no hay un mecenas con suficiente poder económico para hacerles frente, puesto que los dueños son casinos, cerveceras y la otra gran televisora del país. Sin embargo, por alguna u otra razón, no todos tienen presupuestado otorgar la misma cantidad de dinero a su proyecto deportivo, lo cual es válido, mucho más porque no son los cuadros más populares entre los aficionados mexicanos. Incluso entre clubes de un mismo dueño, suele notarse cuál es el consentido entre uno y otro.

Tal vez sea momento de empezar a plantearse si es deseable tener una liga dispareja en cuanto a gastos o intentar emparejarla en este rubro. Tal como lo manejamos en el artículo anterior, algunas ligas y confederaciones ya han visto este problema y han establecido diversas soluciones. El tope salarial de la MLS y la CSL china son una medida, el Fair Play financiero de la UEFA fue el método para controlar a los petroequipos y las exorbitantes deudas de los clubes europeos, la Premier reparte parejo su dinero por derechos de transmisión. ¿Qué ha hecho nuestro país?

Hasta ahora no hay acciones en este ámbito, incluso después de 3 escándalos financieros en menos de 4 años, sin contar los del entonces Ascenso MX. Muchos de los equipos que sufrieron por esto consiguieron sus posiciones en las ligas por méritos deportivos, sin embargo, la mala gestión, así como la débil situación financiera los llevo a una disolución, venta o desafiliación. No sucede esto (no tan seguido) en otras ligas o en otros deportes porque existen controles que protegen a los equipos y les permiten desarrollar un proyecto deportivo competitivo.

El control más importante y más usado por las ligas estadounidenses de todos los deportes es el tope salarial. Funciona mediante un acuerdo entre la liga y el sindicato de jugadores de esa competición. Se acuerda que los equipos no pueden exceder sus gastos en salarios de un límite acordado entre estas partes. Algunos también señalan que los equipos deben gastar una cantidad mínima. A cambio, los jugadores obtienen varios beneficios laborales y una parte de los ingresos por transmisión, en la mayoría de los casos. Hay topes duros, con sanciones graves para los que lo violen, incluida la pérdida de puntos, así como topes blandos, permitiendo a los equipos superarlos mediante el pago de una multa (luxury tax).

El mayor beneficio que presenta el límite salarial es una mejor competencia en equipos donde hay una clara disparidad entre los talentos que tienen. Permite que todos los equipos controlen sus gastos, así como también pone a todos los clubes en una situación similar de gastos salariales. Por último, impide que los equipos acaparen a todos los buenos jugadores de la liga, por el simple hecho de no permitir a los otros tenerlos (sí, Tigres, hablamos de ti). El problema es que en México no hay sindicato de jugadores (aunque debería).

El Fair Play financiero de la UEFA funciona de manera similar. Los gastos de los equipos que participan en competiciones europeas no pueden exceder, en principio, de 5 millones de euros de los ingresos que obtienen en un año, pudiendo ser 30 millones de euros si dichos costos son absorbidos por completo por sus socios o partes relacionadas, estando excluidos de esta regla los gastos en juveniles o infraestructura. Asimismo, no pueden competir si tienen adeudos por transferencias, pago de empleados o pago de impuestos. La UEFA ha señalado que se han obtenido resultados positivos, lo cual continúa siendo discutido, mucho más después de la controversial resolución del TAS sobre el caso del Manchester City.

Ambos métodos (Fair Play Financiero y Topes Salariales) van encaminados a resolver los principales problemas del fútbol mexicano. Desgraciadamente, el gasto desmedido e inequitativo de los equipos poderosos, así como la irresponsable e incluso, ilegal gestión administrativa de los clubes, sigue vigente en la liga MX. Tal vez sea tiempo de que los dirigentes de nuestro país comiencen a plantear este tipo de medidas, en lugar de hacer que ahora 15 equipos entren a la liguilla o en la desaparición definitiva del descenso.


 

 

 

    Escrito por Enrique Macedo

 



jueves, 4 de marzo de 2021

SADIO MANÉ: LA ESTRELLA MÁS SENCILLA DEL BALOMPIÉ EUROPEO

Entre la pobreza y la orfandad paterna, el niño Mané creció en el seno de la ciudad de Sédhiou, metrópoli cercana al río Casamanza y a la frontera con Guinea. Sin mucho apego a la escuela, pero siempre con el balón en los pies, Sadio decidió a los 10 años que su vida estaría encaminada al juego del fútbol desde el momento en que vio jugar a la selección nacional senegalesa en el mundial de 2002. Quedó maravillado con la actuación de Papa Bouba Diop, de Salif Diao, del capitán Aliou Cissé y del portero Tony Sylva, todos jugadores senegaleses que dieron la sorpresa en la referida justa mundialista; no solo por ganarle a la selección gala, vigente campeona, en su primer partido, sino porque maravillaron al mundo por clasificar a Senegal a la segunda ronda con un juego ofensivo y con mucha garra.

Dicha influencia inspiró a Sadio a desobedecer el consejo materno que le decía al oído que renunciara a ser jugador de fútbol. Para Sadio, la pelota era como su corazón o como su pulmón, era la fuente de su vida, y por ello, decidió irse a escondidas a probar suerte al Génération Foot, ubicado en Dakar; esto es, el niño Mané decidió un día fugarse al otro lado de la ciudad para irse a probar ante los ojos de los inquisidores visores de fútbol. Así, sin tener los botines en las mejores condiciones ni los pantalones adecuados para jugar holgadamente, solicitó permiso para entrar al campo de juego a mostrar sus habilidades. El entrenador a cargo le comentó al niño Sadio que sus botines estaban muy desgastados, por lo que no lo dejaría entrar; no obstante, la insistencia del oriundo de Sédhio le posibilita entrar a jugar, y con ello, le permite maravillar con su talento a todos los visores.

De esta forma, el mozalbete Sadio inició sus primeros pasos en las andadas futboleras. Con un paso efímero en las canchas africanas, su llegada inminente a Europa se concreta con su fichaje al Metz de Francia en el 2011. Así, empaca sus esperanzas en sus maletas y como en los versos del poeta senegalés, Léopold Sédar Senghor, en su obra Cantos de Sombra, se lleva un puño de recuerdos y anhelos de Senegal, pero sobre todo, se lleva en el corazón el amor al continente africano. De ahí que, al llegar a Francia, decida ponerse como meta no solo constituirse como un jugador profesional de máximo nivel, sino que también se fija el rumbo de ser un ejemplo de vida para la infancia de Senegal y para toda África. Su sencillez se volverá su arma más poderosa para brillar en un medio de tanta banalidad y derroche.

En efecto, Sadio Mané se convirtió en un titán del fútbol, y en un hombre modesto en la cancha que se juega la vida, día con día. Por ello, sus actuaciones le permitieron rápidamente saltar al cuadro titular del Metz, para luego maravillar con el conjunto austriaco del Red Bull Salzburgo y finalmente recaer en el cuadro inglés del Southampton; en este último, consiguió hacer los tres goles más rápidos en la historia de la Premier League y logró ponerse en el ojo de los grandes clubes ingleses la noche en que le metió una tercia de goles al poderoso Manchester City. Así, a Sadio le gustaba divertirse por las noches en tierras inglesas, marcando goles y corriendo con dribles en el césped, y con ello, evitaba acudir a centros nocturnos o dilapidar su dinero en comprar accesorios lujosos.

Todo ello, sumado a su dieta estricta y a su nulo consumo de alcohol, le valieron ser fichado por el Liverpool para la campaña 2016-2017. Sadio Mané, seguro se convenció que fichar por los Reds, equipo que estaba armando el entrenador alemán Jürgen Klopp, sería una gran decisión. Sumado a ello, sentía satisfacción de poder mudarse a la ciudad de Liverpool porque conocía que en aquella latitud inglesa se cuenta con una de las mejores mezquitas en Europa. Más aún, el poder portar la camiseta del Liverpool lo podría convertir en un referente no sólo de su país, sino de todo el continente africano.

Y así fue, en un par de campañas se ganó el corazón de la afición que cada sábado canta a todo pulmón you will never walk alone. Con goles, con velocidad y con pasión, logró hacer una excelente mancuerna con el egipcio Salah y con el brasileño Firmino, tridente que aterrorizaba a cualquier línea defensiva europea y que llevó a los dirigidos por Jürgen Klopp a dos finales consecutivas en la Champions League, el torneo más importante de fútbol en el Viejo Continente, de las cuales, solo pudieron ganar la final de 2019 ante su rival londinense, Tottenham Hotspur. Competición en la cual, Sadio brilló con asistencias y con goles determinantes en las instancias finales para poder alzar la tan anhelada “Orejona”. Más aún, de la mano de Sadio, el Liverpool pudo por fin levantar un título de liga, el cual, se les había negado por un par de décadas.

De esta forma, con una Champios League y con varios títulos ingleses, Sadio se convirtió en una estrella mundial, una estrella que dona parte de su abultado salario a causas nobles para combatir enfermedades venéreas en tierra africana, también dona su salario para construir escuelas y hospitales en su país. Además de eso, dedica parte de su tiempo asistiendo a eventos de caridad con los niños de su pueblo. No por nada, hoy la infancia en Senegal quiere emular los pasos de Sadio para llegar a la cúspide del fútbol. Quién diría que, si Sadio se inspiró en los gladiadores de la selección de Senegal en el Mundial de 2002, ahora las generaciones de niños se inspiran en lo hecho por el oriundo de Sédhiou.

 

 

 

Escrito por Alejandro Olvera

 

 

 

 

martes, 2 de marzo de 2021

LA SÚPER LIGA CHINA: EL DINERO NO LO ES TODO

En diciembre de 2016, el futbolista brasileño Oscar, en ese entonces de 25 años, fue vendido por el Chelsea de Inglaterra por una cantidad estimada en los 60 millones de euros. A simple vista, y por la cantidad pagada, uno supondría que lo habría fichado el Real Madrid, el Manchester City o el Bayern Múnich. Sin embargo, el equipo que fichó a Oscar resultó ser el Shanghái SIPG FC de la Súper Liga China. Un futbolista de su edad, seleccionado brasileño, jugando en una de las mejores ligas del mundo, reconoció que la oferta hecha por el Shanghái era difícil de resistir; le pagarían, según algunos reportes, 400 mil dólares semanales, es decir, poco más de 20 millones de dólares al año. Algo similar sucedió con otros 2 futbolista brasileños: Hulk, quien salió del Zenit de San Petersburgo por poco más 50 millones de euros y llegó al mismo equipo que Oscar en ese mismo año; y Paulinho, quien llegó al Guangzhou Evergrande procedente del Tottenham Hotspur. ¿De dónde salió tanto dinero y en qué momento el fútbol chino se convirtió en una potencia de tal calibre en el mercado de fichajes? 

La Súper Liga China (SLC) fue fundada en 2004, como un proyecto nuevo que pretendía dar solidez institucional y financiera al, hasta ese entonces, muy pobre fútbol chino. Sin embargo, fue hasta 2011, tras superar escándalos de corrupción y amaño de partidos, que la liga alcanzó esa meta. Desde ese año, los equipos, todos controlados por empresas multimillonarias chinas, decidieron apostar financieramente por sus escuadras, con la llegada de futbolistas como Darío Conca, Nicolás Anelka, Didier Drogba, Frédéric Kanouté, Seydou Keita y Lucas Barrios. Fueron contrataciones al estilo de la MLS, ya que eran futbolistas en el ocaso de sus carreras cuya calidad elevaría el nivel de la liga, además de atraer aficionados y patrocinadores. Estas llegadas fueron complementadas con las incorporaciones de directores técnicos de la talla de Marcelo Lippi, Fabio Capello, Sergio “Checho” Batista, Mano Menezes, André Villas-Boas, entre otros. Al poco tiempo, Marcelo Lippi barrió la liga con el Guangzhou Evergrande, convirtiéndolo en el primer equipo chino en ganar la Copa de Campeones de Asia. El dominio de Lippi llegó a tal grado que se convirtió en tetracampeón de la liga. La SLC siguió creciendo y atrayendo talento con las incorporaciones de Ramires, Freddy Guarín y Jackson Martínez, los tres a buena edad en cuanto a lo futbolístico se refiere.

Fue a partir de 2016 que a los fichajes de Oscar, Hulk y Paulinho se les unieron Carlos Tévez, Ricardo Carvahlo, Alexandre Pato y John Obi Mikel, una mezcla de juventud y experiencia que diversificó el talento en los equipos de la liga. La calidad de estos futbolistas llamó la atención de los medios internacionales, además de las cifras desembolsadas para traerlos.

Los equipos chinos, sin embargo, no pueden firmar a todo extranjero que se les ponga en frente. Desde su inauguración, la SLC tiene como regla un límite de jugadores extranjeros en cada plantilla, que al día de hoy es de cinco futbolistas. Solamente pueden alinearse como titulares un máximo de cuatro y ningún portero puede ser extranjero. En ese sentido, los jugadores de los territorios tradicionales chinos (Hong Kong, Macao y Taiwán) reciben un trato diferenciado y pueden ser contemplados en los equipos además de los futbolistas extranjeros. Con el crecimiento exponencial de la liga, algunos jugadores menos conocidos, sobre todo de origen brasileño, han sido naturalizados ciudadanos chinos. Esto ha revolucionado culturalmente al país, ya que la presencia de extranjeros naturalizados era algo prácticamente inaudito. Para ponerlo en perspectiva, en el año 2017, poco más de mil extranjeros se encontraban como residentes legales en el país. Futbolistas como Elkeson (en mandarín, Ai Keson), Aloiso (en mandarín, Luo Guofu) y Fernando Henrique (en mandarín, Fei Nanduo) no solo cuentan como jugadores chinos, sino que ya han sido convocados a la Selección Nacional China. Elkeson, por ejemplo, es el máximo goleador histórico de la liga. Está también el caso de Ricardo Goulart (en mandarín, Gao Late), quien ya jugó para la canarinha y se encuentra a la espera de conocer si podrá representar a China en las eliminatorias rumbo a Qatar. 

Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas para la SLC y sus multimillonarias adquisiciones. Son contados los futbolistas que verdaderamente han rendido y dejado su marca en la liga, siendo que la mayoría de ellos lo han tomado como un negocio y han permanecido poco tiempo. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Carlos Tévez, quien públicamente ha reconocido que fue a China por dinero y se lo tomó como unas “vacaciones”. Han sido los futbolistas de relativo bajo perfil, salvo honrosas excepciones, quienes verdaderamente han rendido y demostrado el compromiso de jugar en el futbol chino. El salario promedio de la liga, tomando el año 2017 como referencia, se encuentra en poco más de un millón de dólares anuales. El crecimiento financiero de la liga no ha traído resultados extraordinarios en el plano internacional, ya que solamente dos equipos chinos han logrado ganar la Copa de Campeones de Asia, la cual sigue siendo dominada por los equipos coreanos, y la Selección China de futbol no ha calificado a los últimos mundiales, enfrentando una dura competencia por parte de Corea del Sur, Japón y Australia. Las incorporaciones de algunos de los futbolistas más importantes en la historia de la SLC apuntan hacia un esfuerzo por calificar al próximo mundial, sin embargo, la misión sigue apareciendo cuesta arriba.

A todo esto, a este año se le agregan todos los estragos generados por la crisis económica y sanitaria mundial, lo cual complica aún más la continuación de fichajes de superestrellas internacionales, los cuales realmente no han continuado desde hace por lo menos 3 años. La última negociación de élite fue la cuasi-contratación de Gareth Bale, quien tenía una oferta del Jiangsu Suning, cuyo dueño también controla al Inter de Milán, por un millón de dólares semanales. Este último equipo fue disuelto en la última semana por problemas financieros, hecho que podría ser un síntoma de las dificultades de una enfermedad más grave de la, hasta hoy, SÚPER Liga China.

 

 

 

            Escrito por Fernando Alcázar