Los
mercados de pases suelen causar revuelo entre los aficionados al fútbol, ya que
casi siempre los fichajes tienen algo más que decir, además de la incorporación
de un nuevo jugador en la plantilla de un equipo. Por ejemplo, la vuelta de un
futbolista muy querido a un club donde dejó gratos recuerdos, como es el caso
de Cristiano Ronaldo y su reciente regreso con el Manchester United; la
incorporación de un jugador que fue estrella del equipo archirrival, como Luis
Figo cuando pasó del Barcelona al Real Madrid o como Mario Götze cuando fichó
con el Bayern München, mientras militaba en el Borussia Dortmund; o también,
por la suma de dinero que se desembolsó para adquirir los servicios del futbolista.
Es en este último caso que se ha venido trazando una línea de los fichajes que
han roto los récords anteriores en cuanto al monto que gastaron los clubes por
las compras. Casi desde que el fútbol se profesionalizó, los registros de las
adquisiciones y de los traspasos guardan la memoria de cómo se fueron
desarrollando los mercados de fichajes a lo largo del tiempo. A pesar de que la
gran mayoría de las transacciones se concentran entre los clubes del Viejo
Continente, la historia contempla situaciones de excepción que, por lo mismo,
marcaron profundamente al deporte más popular del mundo. En los próximos
párrafos hablaremos de las ventas de equipos sudamericanos que impusieron un
nuevo récord en la cifra más alta pagada por un jugador, así como de la
trayectoria que tuvieron los futbolistas en comento.
El primer caso corresponde al traspaso de un jugador entre dos clubes argentinos, Tigre y River Plate. Hasta ese momento, las compras y las ventas más caras de futbolistas se daban en la Premier League, pero en 1932 la dinámica cambió con la incorporación de Bernabé Ferreyra al cuadro de la banda roja. Según cifras de la BBC Sports, el costo del fichaje rondó las 23,000 libras esterlinas, batiendo la suma establecida (10,890 libras) por David Jack, cuando pasó a jugar al Arsenal proveniente del Bolton Wanderers. Considerado como la primera gran estrella que tuvo River, la Fiera, como también se le conocía a Ferreyra, ganó el primer título de liga profesional de la historia del club en el año de 1932. Precisamente, gracias a su fichaje, y al de otros grandes jugadores como el de Carlos “Barullo” Peucelle, el equipo bonaerense recibió el mote de los Millonarios. Además del título de liga mencionado, Bernabé Ferreyra conquistó otro campeonato de primera división en 1939, junto con varias copas domésticas, entre ellas: Competencias (1932), Campeonato y Oro (1936) e Ibarguren (1937); a nivel internacional, el Mortero de Rufino ganó la Copa Caldao en 1936 y 1937. Fue seleccionado nacional de la albiceleste y levantó la Copa América en 1937. En cuanto a logros personales, el centrodelantero ostenta el tercer puesto en la lista de máximos goleadores de River Plate, con 202 goles en 197 partidos disputados; lo que lo convierte, junto con Valeriano López y Arthur Friedenreich, en uno de los pocos jugadores de la historia de Sudamérica en tener más anotaciones que partidos jugados en primera división. Después de diez años jugando al fútbol, Ferreyra anunció su retiro con el cuadro rojiblanco en 1939.
La
siguiente ocasión en que el pase de un futbolista proveniente de un equipo de
Sudamérica rompió un récord de transferencia, fue con Juan Alberto Schiaffino,
quien pasó de jugar en el Peñarol para incorporarse a las filas del Milan. Su
transferencia se efectuó en 1954, por una cantidad cercana a las 72,000 libras
esterlinas, cifra que superó el monto establecido por el Napoli cuando
desembolsó 20,000 libras menos por el pase del sueco Hans Jeppson. Considerado
como el jugador uruguayo de la historia, Schiaffino debutó con los Carboneros
en 1943 y ganó cuatro campeonatos de liga (1949, 1951, 1953 y 1954); con el
Milan levantó tres ligas (1955, 1957 y 1959), así como la Copa Latina en 1956;
finalmente, con la Roma obtuvo la Copa de las Ferias en 1961. A nivel
selección, el Mago es recordado por su destacada actuación a lo largo
del Mundial de 1950 en Brasil y por ser uno de los artífices del Maracanazo,
ya que fue él quien anotó el tanto del empate para que posteriormente la Celeste
remontara el marcador y se consagrara campeona del mundo en suelo
brasileño. En el Mundial siguiente celebrado en Suiza, Schiaffino fue una de
las estrellas que llevaron a la Garra Charrúa hasta las semifinales del
torneo, mismas que perdieron por marcador de 4-2 ante la Hungría de Puskás. Su
paso por el Milan le permitió jugar unos cuantos partidos con el combinado
italiano, así como ser considerado como el mejor extranjero que ha defendido
los colores del equipo rossonero. En 1962, el Mago puso fin a su
gran carrera futbolística.
El tercer caso también involucró al cuadro Millonario, pero esta vez como vendedor y no como comprador. Se trata de la transferencia de Enrique Omar Sívori, quien pasó de River Plate a la Juventus en 1957, por aproximadamente 93,000 libras esterlinas. La noticia trascendió las fronteras del medio futbolístico, debido a que el monto, unos diez millones de pesos argentinos, fue utilizado para cerrar el estadio de River, que hasta ese entonces contaba con tres gradas y era conocido como la Herradura. Con tan solo diecisiete años, Sívori debutó con el cuadro de la banda en 1954 y ganó tres títulos de liga (1955, 1956 y 1957). Una vez en Italia, formó uno de los triángulos ofensivos más letales del Calcio, al lado del galés John Charles y del italiano Giampiero Boniperti. Con el equipo de Turín también ganó tres títulos de liga (1958, 1960 y 1961), así como dos Copas de Italia (1959 y 1960). El éxito de Sívori en la Serie A fue tal que terminó siendo galardonado con el balón de oro en 1961, después de que se nacionalizara italiano, ya que en esos años no se entregaba el premio a jugadores nacidos fuera del Viejo Continente. Posterior a su etapa en la Juventus, el Napoli lo contrató y se convertiría en el precursor de Diego, en el “Maradona de antes de Maradona”. Las similitudes entre ambos jugadores eran tantas que los aficionados de antes solían decir que Sívori fue el primer hombre que jugó al fútbol como Maradona. Lo cierto es que además del estilo de juego, los dos astros argentinos pusieron en alto al sur de Italia. Con Sívori en el terreno de juego, el Napoli alcanzó los primeros puestos de la tabla y casi logra el campeonato en la temporada 1967-68, algo nunca antes visto en la historia del club. Otro hecho relevante del Cabezón es que jugó para dos selecciones: la argentina y la italiana. Con el representativo sudamericano ganó la Copa América de 1957, al lado de los famosos carasucias; con el combinado europeo disputó el Mundial de 1962 en Chile, pero no logró pasar de la fase de grupos. A causa de una lesión, el Cabezón tuvo que decir adiós en 1968.
Como
casi cualquier lista de jugadores sudamericanos que se hace en el mundo, la de
las ventas más caras de pases no podía completarse sin la mención de uno de los
mejores futbolistas de la historia: nos referimos a Diego Armando Maradona. El Pelusa
debutó con Argentinos Juniors a la edad de quince años, club en el cual comenzó
a destacarse como uno de los mediocampistas más grandes que habrá de tener la
Argentina. Con el Bicho consiguió erigirse cuatro veces como goleador de
los torneos locales entre 1978 y 1980, además de quedar subcampeón en el
campeonato metropolitano de 1980. Al año siguiente pasó a jugar a Boca Juniors,
equipo en el cual sí logró coronarse en el torneo de primera división de 1981.
Posterior al mundial celebrado en España, el récord de fichajes se volvería a
romper con la compra del Pibe de Oro, ya que el Barcelona adquiriría sus
servicios por la suma de tres millones de libras esterlinas. En el club
blaugrana no tuvo el mejor de sus desempeños, pero se alzó como campeón de la
Copa del Rey y de la Copa de la Liga en 1983, así como de la Supercopa de
España del mismo año. Tras ser suspendido por un incidente en la final de la
Copa del Rey de 1984, fue fichado por el Napoli por una cifra cercana a los
cinco millones de libras, monto que rompió el propio récord establecido por él
cuando salió del Xeneize para jugar en el fútbol de Europa. En esos años
en Italia vendrían las actuaciones a nivel club y selección que marcarían para
siempre el nombre de Diego en la historia del fútbol mundial. Con el Napoli consigue, por primera vez en la
historia del club, el título de liga y la Copa de Italia en la temporada
1986-87; la siguiente campaña logra quedar subcampeón del Calcio, al
igual que en el campeonato 1988-89, pero en esta última conquista la Copa UEFA,
el primer título continental del equipo; en su penúltima temporada con el
equipo italiano, Maradona repite el campeonato de liga y la Supercopa de Italia
1990. Con la albiceleste realiza una de las mejores actuaciones de la
historia del deporte en el Mundial de México 86, competición en la cual se
consagra campeón; en la siguiente justa celebrada en Italia, el Barrilete
Cósmico no tiene un gran desempeño, pero comanda a la selección argentina
hasta la final del torneo, misma que perderá de último minuto ante la Alemania
Federal dirigida por Franz Beckenbauer. Después de jugar en el Sevilla y de
regresar a su país con Newell’s Old Boys, Diego dirá adiós al fútbol en 1997,
vistiendo los colores del equipo Azul y Oro.
En el último puesto tenemos al brasileño Denílson, quien fue fichado por el Real Betis en 1997, por aproximadamente 21.5 millones de libras esterlinas. Dicha cifra superó en dos millones la cuota de transferencia que pagó el Inter de Milan por el fenómeno Ronaldo. Denílson debutó con el Sao Paulo en 1994, donde inmediatamente ganó una Copa Conmebol ese mismo año. Sus actuaciones en la verde-amarela llamaron la atención de los equipos europeos, ya que con su seleccionado ganó la Copa América y la Copa Confederaciones de 1997, además de que fue subcampeón y campeón del mundo en las justas de Francia 98 y Corea-Japón 2002. Durante su estancia en el conjunto español, Denílson levantó una Copa del Rey en la temporada 2004/2005. Posterior a su salida del Betis, regresó a su país y ganó un campeonato paulista con el Palmeiras en el 2008. Después de deambular por distintos equipos alrededor del mundo, Denílson puso fin a su carrera en el 2010.
¿Sirven
los datos y los números cuando hablamos de fútbol? Sí, por supuesto. Siempre
resulta útil tener un soporte que ayude a dar claridad o a ordenar lo que
acontece en el basto mundo de este deporte. Sin embargo, hablar de años y de
cantidades nominales, de incrementos y de divisas, es solo una parte de lo que
se vive en el fútbol. De ninguna manera se puede afirmar que conocemos
realmente lo que es el juego de la pelota si no lo ubicamos en los contextos en
donde se practica. Es por eso que es importante hablar de quiénes son los
jugadores que están siendo transferidos y del significado que le imprimieron al
balón con sus actuaciones a lo largo de sus carreras. La lista de nombres que
componen las ventas más caras de futbolistas provenientes de equipos de
Sudamérica no es extensa, pero sin duda es bastante rica y apasionante. Hablar
de Schiaffino en Uruguay, o de Maradona o Sívori en Argentina, es referirse a
algunas de las máximas glorias que ha dado el fútbol en esos países. Títulos
del mundo o participaciones en equipos grandes de Latinoamérica o de Europa,
esas son las dimensiones y los escenarios de los futbolistas que componen el
presente repertorio; mismo que busca hacer honor al descaro y a la magia que
han caracterizado casi siempre a los jugadores surgidos en el Cono Sur del
continente.
* Debido a la opacidad (y por lo tanto, a las múltiples cifras manejadas en medios deportivos y por los propios directivos del club), así como a la compleja operación que representó el traspaso de Neymar Jr al Barcelona, proveniente del Santos de Brasil en 2013, hemos decidido no incluir su transferencia en el presente artículo.
Escrito por Carlos Ríos
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