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jueves, 3 de diciembre de 2020

¿EL REAL MADRID FUE UN EQUIPO HECHURA DE LA DICTADURA DEL GENERAL FRANCISCO FRANCO?

Después de la cruenta Guerra Civil en España (1936-1939), que tuvo como consecuencia el derrocamiento de la Segunda República Española y la transformación política en la vida del país ibérico, es que surgió la instauración de un nuevo régimen que gobernó décadas España. Instauración de régimen que se vio en mayor medida influida por el ascenso del general Francisco Franco a la jefatura del Estado Español, un militar empedernido y con tintes totalitarios que impuso en España una especie de dictadura.  En efecto, el general Franco encabezó al Estado español desde el año de 1939 hasta el día de su muerte que acaeció en el año de 1975, esto es, durante 36 años, el general Franco rigió con mano de hierro los destinos españoles en un ambiente con restringidas libertades y en un país obligado a rendir culto a su figura. Así, a estos 36 años de gobierno del general Franco, la literatura histórica los nombra como el “franquismo”. 

Sí, el “franquismo” representó a flor de piel las enseñanzas de los gobiernos totalitaristas y fascistas de su época. El general Franco aprendió bien de los fascistas italianos a censurar a la prensa, a exiliar y fusilar a los enemigos, así como a instaurar un régimen que controlara todos los aspectos de la vida de sus habitantes; aprendió bien la lección de su colega Mussolini. De igual manera, imitó como nadie al régimen nazi para construirse una imagen intachable a los ojos de sus gobernados, construyó un culto a su personalidad para que todo confluyera a partir de ella e idealizó un modelo de habitante español para su conveniencia nacionalista. Así, para consolidar estos anhelos totalitarios, el “franquismo” utilizó justo al deporte como una herramienta para construir la imagen de un régimen adicto al triunfo deportivo, una imagen que representaba a los españoles como seres superiores físicamente, así como también el deporte sirvió para controlar el entretenimiento y ocio de los mismos. 

De tal manera que, para buscar utilizar y adecuar al deporte en todas sus vertientes a los fines del régimen, el general Franco instauró una agencia especial para que el Partido Único de la Falange Española Tradicionalista interviniera en los ejes de todas las ramas deportivas. Esta agencia especial buscaría que los principios del régimen franquista fueran compaginados en los temas deportivos, de tal suerte que, cualquier actividad que se practicara en España debería defender y adecuarse a los valores del régimen encabezado por Franco, los deportes debían no solo crear cohesión social entorno al gobierno, sino que deberían ser las venas que ideologizaran los sentimientos de una nación en la figura del líder. Dicha agencia especial tuvo particular interés en intervenir en el fútbol, actividad que estaba ganando cada vez más adeptos entre los españoles y que estaba teniendo auge en toda Europa.

Así, la agencia especial (tiempo después tomaría el nombre de Delegación Nacional de Deportes) decidía los destinos no solo de los equipos de fútbol sino también de la federación misma; este órgano dependiente al partido oficialista aprobaba todos los proyectos de los clubes deportivos, entre los que se encontraban el Real Madrid. Un equipo merengue diluido porque había sufrido los estragos de la guerra que permitieron el ascenso del general Franco, con su estadio destruido por los bombardeos, con sus socios perseguidos y encarcelados, y con innumerables deudas; el Real Madrid sufrió como nadie el sometimiento al partido único, pues no le perdonaban el haber prestado sus instalaciones a los heridos adeptos de la República. El equipo blanco estuvo a punto de ser llevado a la ruina por las vengativas manos franquistas.

Así, frente a un panorama convulso para el Real Madrid, surgió la figura de Santiago Bernabéu. Sí, en el año de 1943, el abogado Bernabéu llega a la presidencia del pulverizado equipo merengue con la finalidad de reestructurar el proyecto deportivo y buscar darle forma a una institución que estaba al borde del precipicio. De ahí que, uno de sus primeros movimientos sería buscar sacudirse el asfixiante yugo franquista, para ganar hasta cierto punto, un grado mínimo de autonomía que le permitiera darle forma al equipo madridista. Ante peligrosa maniobra, Bernabéu decidió acudir ante su ex jefe, contemporáneo y mentor, un encumbrado militar en la estructura de poder que encabezaba Francisco Franco, un caudillo político en las esferas del poder, un laureado personaje que tenía por nombre Agustín Muñoz Grandes.

En efecto, el general Agustín Muñoz era un militar encumbrado en el régimen franquista. Durante la guerra civil, ayudó al general Francisco Franco a asaltar Cataluña, ciudad clave que le permitió a los franquistas ganar la guerra. De igual forma, el general Agustín Muñoz encabezó con éxito a las brigadas que España mandó en ayuda a los nazis para combatir a los soviéticos. Así, hombre de las confianzas de Franco, llegó a ser ministro del ejército y jefe del Estado Mayor, así como vicepresidente del gobierno. El general Agustín Muñoz presumía el tener acceso privilegiado al oído del general Francisco Franco y de igual manera, se ostentaba de ser mentor de personajes que ganarían prominencia en la vida pública española, entre los que destacaban su pupilo y amigo Santiago Bernabéu. 

Así es, durante la guerra civil, Santiago Bernabéu se enroló en el bando sublevado que encabezaba el general Franco. Más en específico, se enlistó en la 150 División, justo la compañía que comandaba el entonces capitán Agustín Muñoz. Ahí, por primera vez se conocieron estos dos hombres que tenían casi la misma edad, ya que, mientras el cuarentón capitán Agustín Muñoz dirigía esta división, el también cuarentón Santiago Bernabéu realizaba tareas encaminadas a recopilar información. Sin embargo, durante la ardua campaña para someter a Cataluña, surgió una especie de amistad entre estos dos varones, una amistad heterogénea porque el militar de carrera Agustín Muñoz siempre ejerció una especie de mentoría sobre el cabo Santiago Bernabéu.

De tal suerte que, la reconstrucción del Real Madrid quedó atada al ingenio de su nuevo presidente con fuertes vínculos en la cúpula franquista. En efecto, como señala el escritor Carlos Torres, la presidencia del Real Madrid encabezada por Bernabéu trazó un plan para catapultar al equipo blanco, plan vigilado bajo el auspicio del régimen franquista y de su protector el general Agustín Muñoz. Así, el equipo merengue consiguió apoyo gubernamental para reconstruir su estadio; apoyo para mover las reglas y con ello, lograr tener los mejores fichajes de jugadores; y consiguió tener empuje no solo para consolidarse internamente sino también para tener exposición frente a los clubes de Europa. La relación que construyó por años Bernabéu con el general Agustín Muñoz logró no solo quitar el asfixiante yugo franquista a los blancos, sino que consolidó un apoyo de ese régimen con la condición ser un pilar del gobierno de Franco.

Por eso, con la ayuda del gobierno franquista, el Real Madrid pudo construir en un lapso corto uno de los mejores estadios de su época, fue con financiamiento público que el club merengue pudo sin reparos construir su fortaleza. Del mismo modo, gracias a los buenos oficios de los directivos blancos, es que se pudieron apropiar de la estrella mundial Alfredo Di Stéfano, astro argentino que en un principio había fichado por el Barcelona, pero que a consecuencia de las presiones del presidente madridista y de la mano protectora franquista, el Barcelona decidió renunciar a los servicios de Di Stéfano. Más en específico, el Real Madrid recibió del régimen la no aplicación del reglamento deportivo que prohibía fichar a extranjeros como lo era Alfredo, así como recibió la ayuda del régimen para que presionara a los altos directivos del Barcelona con la finalidad de que dejaran libre al astro argentino.

Finalmente, el Real Madrid recibió todos los estímulos necesarios para proyectarse en toda Europa. La organización de las primeras Copas de Europa corrió a cargo de los directivos blancos y de la revista más prestigiosa de fútbol en Europa, la revista francesa L'Équipe (ancestro de la revista France Football), relación que se construyó gracias a los buenos oficios no solo del presidente blanco Bernabéu, sino al vicepresidente Raymundo Saporta que tenía una magnífica relación con altos funcionarios franquistas. Así, la organización de las primeras Copas de Europa fueron producto del empuje de los directivos del club madrileño para buscar crear un torneo internacional en donde jugaran los mejores equipos del viejo continente, directivos blancos que recibieron del régimen franquista todo tipo de beneficios aduanales para viajar libremente y sin contratiempos por toda Europa, así como ser los únicos representantes validados por la agencia especial de deporte franquista para participar en la organización de los conciertos futboleros europeos.

En efecto, esto último tuvo gran empuje para que los directivos del Real Madrid fueran la voz legitimadora española para organizar torneos internacionales. A su vez, el gobierno franquista, al proyectar al Real Madrid para ser la voz participante de la organización de la Copa Europea, ganó el dejar de ser un gobierno aislado del resto de Europa, pues utilizó al equipo blanco como vehículo para ir rompiendo el aislamiento que las democracias occidentales tenían sobre su administración. El fútbol sería la palanca para que España participara y fuera incluida en una comunidad europea, el deporte sería el primer paso para que tomaran en cuenta a los destinos españoles como europeos.

Más aún, el Real Madrid al coronarse cinco veces seguidas en la recién creada Copa de Europa, trajo como consecuencia que toda Europa volteara a ver a España. Desde los países orientales con régimen soviético hasta las democracias europeas pusieron su atención al equipo blanco que era un éxito con la pelota en los pies, así pasaron por alto que el Real Madrid jugara en tierras franquistas y quisieron iniciar contacto con ellos para diputarles el trono como reyes de Europa. De ese modo, España volvió a tener contacto con el resto del continente. Aún más, los éxitos deportivos madrileños también trajeron como resultado que el país ibérico proyectara una imagen distinta y con ello, demostrar que el régimen de Franco produjo dentro de su territorio proyectos ganadores no solo en el ámbito deportivo, pues el Real Madrid era muestra de que en el gobierno de Franco pasaban cosas buenas y ganadoras.

Por todo ello, no me cabe la menor duda que los cimientos ganadores del Real Madrid fueron puestos bajo el manto protector del régimen franquista. La relación que Santiago Bernabéu trabó con el general Antonio Muñoz, fue la llave para que el gobierno de Franco dejara de asfixiar al Real Madrid y lo convirtiera en la proyección de la España franquista. El general Muñoz fue la clave para convencer al “Caudillo” de que el Real Madrid podía ayudar a lanzar a España a toda Europa, y que, por ello, debía apoyársele con todas las facilidades a Bernabéu para construir un equipo blanco que representara los valores ganadores españoles.

 

 

 

            Escrito por Alejandro Olvera

 

 

 

 

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